El ser cartonero ya es un oficio que se le designa a una persona que recolecta cartones de las calles o pasajes, para luego ser reciclados. Muchas veces pueden encontrar otras cosas otras cosas de valor, pero su prioridad es catón y papel. No es un trabajo son sueldo fijo ya que solo te pagan según los kilos de cartón que tenga de su recolección.
Marcelo López es un cartonero de 10 años de oficio de la comuna de Lo Barnechea, muy conocido por las personas y locatarios de la avenida principal. Su trabajo diario comienza a las 8 de la mañana y pregunta todos los días en los diferentes restaurantes de la comuna, mini market o negocios si tienen cartones que regalar.
Lo mismo pasa en la noche, donde Marcelo con su carrito recorre muchas calles o pasaje de la comuna donde puede rescatar diversos restos de cartones que fueron dejados para la basura al cierre de cada local o simplemente cartones tirados en la calle que le sirve de ayuda para hacer los kilos.
“Creo que lo más lindo que me ha pasado en estos años, fue cuando don miguel que es dueño del pollo al coñac me agarro harto cariño, yo pasaba todos los días por ahí a pedirle cartones, pasaba y decía ¿Tiene cartones que me regale? y él cada vez que me veía salía a saludarme. Un día yo andaba medio complicado porque 1 de los dos hijos que tengo lo tengo le daban ataques de epilepsia y necesitaba operarlo antes de una fecha y don miguel me dio la mitad de la plata que tenia que pagar por eso y me dijo que ojala mi hijo se mejore. Después que lo operaron, lo traje para que lo conociera y se llevan súper bien”.
La vida de un cartonero, según Marcelo, es muy sacrificada ya que al no ser un trabajo asalariado, si no encuentras muchos cartones a diario es menos dinero el que entra en su casa, entonces su responsabilidad es mayor; todo depende de su esfuerzo la habilidad de conseguir muchos kilos.
“También hay competencia, otros cartoneros que llegan de otros laos a buscar aquí en la comuna, yo sé que también lo necesitas pero a mi me perjudican mucho, gracia s a Dios soy muy querido en la comuna y tengo gente que solo me los da a mi porque saben que lo necesito”.
Es un trabajo esforzado, pero donde Marcelo ha podido ganar terreno es su comuna, y puede contar con muchas personas que lo aprecian y ayudan no solo con la recolección de cartones sino también con su familia.
